La banca pública como motor de la economía aragonesa

19/04/2017
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Publicado en el Heraldo de Aragón | Román Sierra (*)
 
En Dakota del Norte, uno de los estados norteamericanos que tiene superávit presupuestario, menor índice de desempleo y una de las mejores calificaciones de deuda, existe una banca pública en la que, por ley, la administración deposita todos los ingresos que recibe para impulsar la economía. Además, tiene prohibido invertir fuera y dedicarse a actividades financieras especulativas. Son varios los estados norteamericanos que están pensando en replicar dicho organismo. Así lo explica el economista y sindicalista Bruno Estrada en sus artículos.

En Alemania, existe un fuerte tejido de bancos públicos regionales que financian las necesidades de internacionalización e investigación de las pymes, así como infraestructuras públicas o viviendas sociales. Por otro lado, no podemos olvidar que detrás del éxito de la economía finlandesa estuvo el esfuerzo realizado por el TEKES, centro público de innovación tecnológica del Ministerio de Industria, que durante la década de los noventa financió proyectos de I+D. Estos ejemplos se repiten en otros lugares como Francia, Dinamarca, Suecia o Noruega.

Vemos, por tanto, que la banca pública existe y funciona en numerosos estados, americanos y europeos, donde se le otorga un papel fundamental en el desarrollo de la economía, con buenos resultados.

Podemos Aragón hemos puesto sobre la mesa, ya desde el inicio de la actual legislatura, la idea de apostar por un Plan para la Rehabilitación de Vivienda que crearía unos 9.000 puestos de trabajo directos -además de suponer un notable ahorro de energía- y creemos que la mejor manera de llevarlo a cabo es mediante la creación de un organismo de crédito público que canalice créditos del Instituto de Crédito Oficial. El objetivo del plan es que las comunidades de vecinos puedan optar a préstamos en condiciones accesibles (0% más Euribor), en lugar de hacerlo a través de la banca privada, que además del riesgo cargan a los prestatarios una parte de los beneficios.

Un organismo de crédito, con una gestión transparente, que pudiera canalizar dinero público, es una herramienta de transformación del modelo productivo, porque permite ofrecer liquidez a un sector castigado por la crisis pero necesario para poner al día y en condiciones la calificación energética de cientos de viviendas en nuestra Comunidad. Hay demanda, solo falta que el crédito fluya. En las Cortes de Aragón aprobamos la creación de un organismo de estas características ya hace meses, a propuesta de Podemos, y la medida aparece de nuevo en los acuerdos alcanzados con el PSOE durante la negociación de los presupuestos.

De hecho, el PSOE reconoció en su famoso “powerpoint” de los presupuestos para 2017 que para poner en marcha este tipo de políticas hace falta un instrumento de crédito que pueda acceder directamente al ICO o, por qué no, al dinero del Banco Europeo de Inversiones y del Banco Central Europeo.

El BCE, que es quien hace el dinero en Europa, está financiando a la banca privada (sí, a la que rescatamos con dinero público y desahucia), prestándole el dinero prácticamente de manera gratuita. Sin embargo, las condiciones de acceso para la gente y para las microempresas durante todo este tiempo han sido bastante diferentes (los intereses pueden ir de un 4% a un 6%). Hace unos meses supimos que la banca privada había recortado su financiación en unos 10.000 millones de euros en la economía aragonesa, lo que ha ocasionado no pocos problemas traducidos en cierres y despidos, como los anunciados recientemente en Ibercaja.

Teniendo en cuenta los retos económicos que tenemos por delante y el cambio de modelo que la sociedad demanda, no podemos dejar pasar por alto la oportunidad que tenemos de construir un instrumento financiero que dinamice la economía, mediante el acceso a un crédito realmente público. Por eso, planteamos al PSOE, como condición para la toma en consideración de los presupuestos, la solicitud de la ficha bancaria al Banco de España para avanzar desde ya en la construcción de este organismo, que nos permitirá apostar por una economía más innovadora, inyectar crédito en los sectores estratégicos y, en definitiva, poner el dinero al servicio de la gente y no de la búsqueda del beneficio mediante actividades especulativas.

Pese a lo que digan las teorías neoliberales, el mercado no se está encargando de una de las tareas fundamentales de la banca: prestar recursos a los sectores que lo necesitan -y que, además, pueden devolverlo-. Por eso, es hora de que las administraciones públicas recuperen la soberanía y hagan políticas económicas para la gente, no para que la gran banca siga sumando beneficios a costa de la precariedad de los de abajo.

Vemos cómo los bancos con grandes beneficios siguen echando a la gente de sus casas, hacen ERE’s con los que ponen a cientos de trabajadores en la calle, mientras siguen recibiendo dinero público para sus rescates y un acceso a la financiación casi gratuito. Es más que evidente que es tiempo de la banca pública, es tiempo de cambio de modelo. Es tiempo de recuperar soberanía.
 
(*) Militante de Anticapitalistas Aragón y portavoz de Economía de Podemos en las Cortes de Aragón
 

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